jueves, 21 de agosto de 2014

HARMOPHON, Órgano electrico

HARMOPHON, Órgano electrico

          El pasado mes de Julio, mi amigo Rafa, el enamorado de las antigüedades, me sorprendió con un regalo sorprendente: Se trataba de un maletín, que parecia haber dado la vuelta al mundo, llevando en su interior un teclado, que presentaba un aspecto lamentable, como si hubiera sido atacado  a propósito para inferirle las mayores heridas en su brillante cubierta de plastico y teclado.

      Me recordó inmediatamente a un pequeño organillo electrico, el primer instrumento casi profesional que conseguimos en los años 66-67 ?, en los inicios del grupo musical que denominamos Los Seymaf. Fué adjudicado al que hoy es eminente músico, mi querido amigo y compañero Luis Cordero, que, desde entonces, ha seguido sus andanzas musicales tanto en multiples grupos como en solitario.
                     Luis me ha recordado los problemas que le ocasionaba ese instrumento: Con frecuencia se le desprendía el motor electrico que impulsaba el aire que lo hacía sonar, y el insoportable ruido de fondo producido por ese fuelle motor, que se sumaba a la melodía. Fué desechado cuando los ingresos del grupo permitieron la compra de un organo electronico Farfisa, lo último en aquellos años. Pero estoy seguro que Luis se acordará con nostalgia de aquellos primeros momentos, y de ese pequeño instrumento, más bien juguete, que le permitió iniciar su vocación musical, y tantas aventuras por los pueblos de nuestra geografía.

    Hoy me gustaría saber algo más, y tener fotos o alguna documentación sobre el mismo, pero se que a Luis le va a gustar conocer este otro artilugio, bastante parecido a aquél,  que he conseguido restaurar, pues tenía, además de los daños comentados, mútiples averías.

    He aquí su estado actual, y otras fotografías, al pié comentadas,  de distintos momentos de la restauración:

Este es el resultado final de la restauración, en la que se ha procurado respetar íntegramente su estado original. Funciona ya a pleno rendimiento.



Este es el estado que presentaba la cubierta. Se apreciarán múltiples surcos, quizás realizados con un pequeño soldador, afectando tanto a dicha cubierta como al teclado.


En estas dos últimas fotos se aprecian las quemaduras. Aparte de ello, toda la cubierta presentaba  grietas que afectaban la solidez de la misma.               
Esta es la zona interna de la cubierta, en que van fijados el interruptor y el piloto de encendido. Estaba totalmente resquebrajada, y ha sido subsanada con Araldite, pegamento plástico de relleno y alta resistencia.




Las tres fotografías anteriores muestran el circuito electrico y motor que crea la suficiente presión de aire alimentando las lengüetas de cada nota. Se observa un palanca que regula la mayor o menor entrada de aire.



Detalles comparativos de los cierres antes y después de la restauración.


El problema principal del instrumento era que la mitad del teclado no funcionaba. Ello era debido a que las lengüetas de cada una de las notas estaban casi sueltas, y habian perdido la estanqueidad, seguramente porque estando fijadas con cera, el instrumento en alguna ocasión ha estado bqjo unas fuertes temperaturas.







El tubo de la primera fotografía ha sido la herramienta que he utilizado para afinar individualmente cada nota, como una especie de flauta. Despúes, el trabajo minucioso de  adherir firmemente cada una de las lengüetas, evitando que se filtre aire alrededor de cada soporte.


          Quiero dedicar este blog tanto a mis dos amigos mencionados: A Rafa, por su enorme detalle de acordarse de mi afición, y a Luis Cordero, para recordarle los buenos momentos vividos en nuestra juventud, y que sirva de pequeña documentación para tales recuerdos. Un abrazo a ambos.

21 de Agosto de 2.014

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